martes, 10 de noviembre de 2015

La asertividad en el conflicto

Inspirado por la clase de habilidades sociales de esta mañana, y por el éxito que parece tener este concepto en nuestra facultad voy a hablar de la asertividad, sin embargo esta vez aplicada en una situación en la que exista un conflicto.

Para empezar, distingamos tres posturas ante un conflicto: la agresiva, la pasiva y la asertiva. La agresividad implicaría no respetar al otro y la pasividad pasaría por no respetarnos a nosotros mismos. En cambio una postura asertiva implicaría respetarnos a nosotros mismos y al otro. Vamos a decir lo que pensamos y vamos a hacerlo de manera educada  y calmada, pero también vamos a entender y respetar a la otra persona, de modo que, independientemente del conflicto o de cómo acabe, nosotros podremos sentirnos bien, sin arrastrar sentimientos de culpa, de inferioridad o de ira.
Otra cosa que cabe dejar clara es que el hecho de que nosotros seamos asertivos no significa que la otra persona vaya a serlo, ni que el conflicto se vaya a resolver por arte de magia.  También me gustaría añadirle algo importante. Si atacamos, la gente se defiende. Y cuando la gente se defiende, independientemente de lo que se esté debatiendo, se pierde la finalidad para centrarse en la defensa. Y eso, además de apartaros de nuestra finalidad, añade un extra de esfuerzo que tendremos que hacer.

Ejemplo de asertividad en el conflicto:

Pongamos un ejemplo práctico. Imaginad que estamos en la cola del supermercado y una persona se nos cuela. Podemos dejarlo pasar y sentirnos mal porque estamos dejando que esa persona se anteponga. Quizá incluso lo podemos sentir como una humillación y por culpa de esto tengamos un rato de cabreo. También podemos gritarle que qué morro tiene, que de qué va y que de eso nada, que estamos antes. Ante ese ataque, esa persona puede que se defienda.
Quizá una respuesta asertiva sería la siguiente:

“Disculpa, no te has dado cuenta pero estaba yo antes. Si no te importa, voy a pasar delante”.

De esta manera mostramos firmeza pero siendo respetuosos con la otra persona. Y al cambiar el “te has colado” por el “no te has dado cuenta” eliminamos la necesidad de defensa por su parte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario